Es una lástima, aunque se veía venir desde hacía bastante tiempo.
Recuerdo esos días del año 2009 en los que empecé a jugar con mi querido compañero de clase, David (Cobicox). Con 17 años y un divertido curso de 1º de Bachillerato, tuvieron una buena idea otros compañeros de clase que ya jugaban desde hacía tiempo (aunque nunca han entrado en el foro). Fue tan simple como escucharles hablar de un juego y preguntarles por él. "Guarro" es lo que entendimos por primera vez y, mirándonos David y yo, dijimos que por qué no. Nos hicimos nuestra cuenta ese mismo día y nos bajamos el juego. Como todo "nub" que empieza en ese juego, me cogía al negro porque, claro, un "pepino" de esos hará más daño que un tío con una metralletita de mierda. Luego descubrías por qué la gente no lo cogía con el armamento de serie.
Sin embargo, tras la efímera permanencia de varios amigos más en el juego, los que hicieron que nos enganchásemos dejaron de jugar, no sin antes revelarnos uno de los mayores chollos que podían aprovecharse en el juego: PlaySpan. Ese Premium dorado con SuperMaster por el módico precio de emplear unos minutos en crearte una cuenta, era una bestialidad. Luego, se dieron cuenta del asunto y subieron los puntos necesarios para obtenerlo, así que tocó estrujarse la cabeza para conseguir más puntos, lo que me permitió conseguir créditos G1 para comprar armas inéditas, así como hacer un cambio de
nick (estoy haciendo esfuerzo en recordar cómo me llamaba al principio del todo, pero no lo recuerdo, y tampoco recuerdo por qué me puse el
nick que tengo). Todavía recuerdo el estruendo que hacían esas estupendas Dual Scorpions por la conversación de Skype que teníamos abierta el resto de colegas que nos habíamos conocido gracias al juego, que ansiábamos la llegada del sistema de clanes, sistema que, tras haberme permitido crear nuestro clan Dark Raptors (habíamos ideado el nombre antes de conocer al usuario homónimo), empezamos a reducir nuestra constancia en el juego. Yo, al menos, me extrañaba de la cantidad de clanes que pertenecían a una supuesta liga de clanes denominada "Disb".

Mención especial a nuestro querido amigo Chavalote. No, no era nadie, sino una segunda cuenta mía, con la que nos hemos reído muchísimo en el clan. Nos permitía equilibrar los equipos a nuestro antojo cuando estábamos separados y queríamos ir juntos. Además, nos partíamos cuando lo poníamos en el otro equipo y escribía alguna frase del estilo: "En mi equipo son todos unos "nubs"". Todo ello, sin ver una mierda por manejarlo desde un ordenador portátil pequeñito que no podía con el juego ni su resolución de pantalla, junto al ordenador de sobremesa y la cuenta principal. Sólo con esas gilipolleces y las muertes que tuvo que soportar esa cuenta, llegó a nivel 11. Una lástima que se me olvidase renovar esa cuenta cuando hubo el cambio de compañía.
Y, bueno, dejo para el final lo más importante, que son la gente con la que he compartido el juego. Y son lo más importante, porque la principal sensación que noto cuando he entrado al juego las últimas veces es la soledad. Sí, te cargas a algún despistado (se pierde práctica) y unos cuantos muertos, pero no es lo mismo que estar deseando que llegue la tarde para meterse de lleno en el juego y saber que había, como mínimo cuatro o cinco personas jugando y que estarían ahí durante horas. Sobre todo, qué especiales eran los viernes por la tarde, en los que se notaba que la gente tenía menos cosas que hacer. Por aquel entonces, los horarios eran más homogéneos y no existía el ansia de hacer planes ligados al alcohol. Sin embargo, hoy en día no soy capaz de ver a alguien de mi edad, ya que las horas de sueño y de estar despierto han cambiado mucho para la mayoría en estos años. Ahora eres un bicho raro si vives por el día y duermes por la noche.
Aun así, quería dar las gracias, entre otros, a los verdaderos miembros de mi clan (hay otros que pasaron por él sin pena ni gloria), como Pegasux y Jedu (a los que hemos ido a visitar Cobicox y yo a su ciudad en un par de ocasiones); a Álvarit y su vocecilla aguda que tenía al principio; a Sefi que, aunque nunca ha jugado de manera activa con nosotros, siempre ha estado en nuestro
corazón clan; y a Manu que, aunque se adhirió más tarde, la verdad es que ayudó bastante y, gracias a él, pude jugar al coreano. Luego, también quería mencionar a Tirachinas y Manoloka, con los cuales pasé unos momentos muy agradables matando a cabrones de bata verde y llave de grifa, durante los últimos momentos de juego activo por mi parte.
Espero poder echarme alguna partidita de nuevo con vosotros.
Un saludo.
